miércoles, 8 de junio de 2011

OBRAS EN CASA: EL SHOW DE LA PICARESCA

Os juro "por la gloria de mi madre" como decía Chiquito, que NO CONOZCO NINGUN CASO de obra que no haya sido un fraude, una decepción, un engaño, un atraco económico y moral en toda regla. Tanto en mis experiencias personales como en las de todos los conocidos que se han metido en obras, el comentario es ya universal: "¡Qué H.de P.!¿Pero este tío se cree que soy jilipollas?".
Plazos de obra que se alargan un huevo, presupuestos iniciales que se hinflan y crecen asi como que no quede la cosa, cobrarte cosas que ni has pedido incluso que no las han hecho.
De todas maneras, siempre consuela un poco ver que estos chorizos e impresentables del ladrillo se la meten hasta a las instituciones y políticos (cuando los políticos obviamente no nos la meten, metiéndose en el bolsillo las comisiones de turno); La semana pasada se estrenó en Getaria el Museo Balenciaga y oye, a estos se la han metido pero doblada...8 años de retraso (se proyecto hacerlo en 4 años, y finalmente han sido 12) y 18 millones de € de más (que fuerrrrrte...se presupuestó en 12 millones de € y se han gastado ¡¡¡30!!!)
La herencia genética del Lazarillo de Tormes tuvo su consagración en todos los capullos que dirigen empresas de construcción o en los que se dedican al choriceo en política. Yo creo que incluso el padre de nuestro Lazarillo más famoso era constructor.
A estos tíos, habría que registrarlos y sacarles la cañita o el cubata a las 2 horas de pedirlo y cobrarles 3 veces más que a los demás, retenerles en los peajes 15 minutos y cobrarles el triple por todo el morro. Yo, que soy profe, sueño con ese día en el cual viene al instituto ese padre jefe de obra a matricular a su hijo y decirle: "Mira capullo, tu hijo va a empezar el curso 2 meses y medio mas tarde, a finales de noviembre, y ya estás soltando 350 euros por los libros, porque eran gratuitos hasta justamente hace un minuto".

Pero de verdad...¿Estos tíos se piensan que somos jilipollas?